viernes, 20 de marzo de 2015

No estoy loco XIX



En mi opinión XIX
(No estoy loco)
No, no estoy loco, aunque por un momento lo creí por andar levantando falsos a nuestros queridos gobernantes, pero resulta que expertos nacionales e internacionales coinciden conmigo en dudar de la transparencia a la información del gobierno al que tenemos derecho los mexicanos, y también sospechan del conflicto de intereses de la presidencia con el grupo Higa en la frustrada compra de la «casa blanca», y la coincidencia en el despido de los periodistas que descubrieron el hecho.
            Déjenme decirles que el motivo del despido de los reporteros Daniel Lizarraga e Irving Huerta por parte de mvs es demasiado exagerado, debido a que lo único que hicieron fue registrarse a nombre de la empresa en una nueva plataforma de denuncia ciudadana MéxicoLeaks, en la que saldrán a la luz pública los desmanes de nuestras autoridades y gobernantes. Tipo de ayuda que es común utilizar entre los periodistas para facilitar sus investigaciones, y donde yo sin serlo también ya me registré y espero no tener que despedirme a mí mismo.
            Posteriormente Carmen Aristegui también fue separada de mvs, porque la empresa no aceptó la exigencia de la periodista de recontratar a sus compañeros de su equipo de investigación. Desde el punto de vista laboral, mvs está en su derecho de despedir a sus empleados, porque unos no pidieron autorización de utilizar la marca de la empresa y la otra no puede imponer su voluntad a mvs. Sin embargo ése no es el punto, sino es el hecho de sospechar de la posible imposición de alguien con mucho poder que presionó a mvs para despedir a los periodistas con cualquier pretexto ¿Y quién más que el gobierno? ¿Y adivinen cuál sería el motivo más factible? ¡Sí! Seguramente acertaron y ahora ya compartimos la misma sospecha que los expertos.
            El acto es una sombra a la supuesta transparencia del gobierno y un importante retroceso de la libertad de expresión en México. Regresamos a la vieja conducta priista de ocultar la verdad, de manipular la libertad de expresión, de la práctica del conflicto de intereses y tráfico de influencias, del enriquecimiento ilícito de funcionarios y gobernantes, además de permitir la carestía y la subsecuente inflación, la falta de empleos que incrementa la inseguridad en las calles y la violencia, y sobre todo que nos sume cada vez más en la pobreza a los mexicanos.
              A casi seis meses de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, persiste la más triste falta de transparencia en la investigación de las autoridades, y lejos de callarse el hocico, personalidades como Vicente Fox expresan su disgusto, por la necedad de los padres de los estudiantes que insisten en la devolución de sus seres queridos, en lugar de aceptar su pérdida y dar carpetazo al asunto como ya lo hicieron las autoridades. Éste expresidente que defraudó a la mayoría de mexicanos que en su momento creímos en él, olvida que él mismo junto con su esposa fueron señalados como presuntos responsables de tráfico de influencias y conflicto de intereses, y que como siempre sucede la niebla cubrió los hechos y fueron enterrados en el olvido.

José Pedro Sergio Valdés Barón

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