domingo, 22 de marzo de 2015

Si estoy loco XX



En mi opinión XX
(Si estoy loco, pero de envidia)

Después de todo debo confesar que sí estoy loco, pero de envidia. Cuando leí sobre la compra del nuevo avión presidencial se me cayó la baba de la boca y no pude pensar más que México debe ser un país de millonarios y aparentemente el único jodido soy yo, bueno junto con otros cuantos millones. El avioncito solo tiene un costo de $ 580 millones de dólares, algo así como la friolera de $ 9…ni sé cuántos ceros poner en pesos mexicanos, pero eso sí a plazos, y creo que es algo más caro que la «casa blanca» de Angélica.
            Para hacer que me cayera el veinte hice algunas comparaciones:







 


Bueno, creo que hay una pequeña diferencia entre unos mexicanos y otros mexicanos, unos lo tienen todo y los otros tenemos el consuelo que somos muchos. Aunque debemos sentirnos orgullosos, de que con nuestros impuestos los gobernantes se puedan dar muy buena vida. Ahora entiendo por qué pagamos tantos impuestos, lo hacemos cuando recibimos cualquier ingreso, también cuando compramos algo, y desde luego al pagar los servicios públicos, sólo nos falta pagar impuestos por ir al excusado.
José Pedro Sergio Valdés Barón


viernes, 20 de marzo de 2015

No estoy loco XIX



En mi opinión XIX
(No estoy loco)
No, no estoy loco, aunque por un momento lo creí por andar levantando falsos a nuestros queridos gobernantes, pero resulta que expertos nacionales e internacionales coinciden conmigo en dudar de la transparencia a la información del gobierno al que tenemos derecho los mexicanos, y también sospechan del conflicto de intereses de la presidencia con el grupo Higa en la frustrada compra de la «casa blanca», y la coincidencia en el despido de los periodistas que descubrieron el hecho.
            Déjenme decirles que el motivo del despido de los reporteros Daniel Lizarraga e Irving Huerta por parte de mvs es demasiado exagerado, debido a que lo único que hicieron fue registrarse a nombre de la empresa en una nueva plataforma de denuncia ciudadana MéxicoLeaks, en la que saldrán a la luz pública los desmanes de nuestras autoridades y gobernantes. Tipo de ayuda que es común utilizar entre los periodistas para facilitar sus investigaciones, y donde yo sin serlo también ya me registré y espero no tener que despedirme a mí mismo.
            Posteriormente Carmen Aristegui también fue separada de mvs, porque la empresa no aceptó la exigencia de la periodista de recontratar a sus compañeros de su equipo de investigación. Desde el punto de vista laboral, mvs está en su derecho de despedir a sus empleados, porque unos no pidieron autorización de utilizar la marca de la empresa y la otra no puede imponer su voluntad a mvs. Sin embargo ése no es el punto, sino es el hecho de sospechar de la posible imposición de alguien con mucho poder que presionó a mvs para despedir a los periodistas con cualquier pretexto ¿Y quién más que el gobierno? ¿Y adivinen cuál sería el motivo más factible? ¡Sí! Seguramente acertaron y ahora ya compartimos la misma sospecha que los expertos.
            El acto es una sombra a la supuesta transparencia del gobierno y un importante retroceso de la libertad de expresión en México. Regresamos a la vieja conducta priista de ocultar la verdad, de manipular la libertad de expresión, de la práctica del conflicto de intereses y tráfico de influencias, del enriquecimiento ilícito de funcionarios y gobernantes, además de permitir la carestía y la subsecuente inflación, la falta de empleos que incrementa la inseguridad en las calles y la violencia, y sobre todo que nos sume cada vez más en la pobreza a los mexicanos.
              A casi seis meses de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, persiste la más triste falta de transparencia en la investigación de las autoridades, y lejos de callarse el hocico, personalidades como Vicente Fox expresan su disgusto, por la necedad de los padres de los estudiantes que insisten en la devolución de sus seres queridos, en lugar de aceptar su pérdida y dar carpetazo al asunto como ya lo hicieron las autoridades. Éste expresidente que defraudó a la mayoría de mexicanos que en su momento creímos en él, olvida que él mismo junto con su esposa fueron señalados como presuntos responsables de tráfico de influencias y conflicto de intereses, y que como siempre sucede la niebla cubrió los hechos y fueron enterrados en el olvido.

José Pedro Sergio Valdés Barón

lunes, 16 de marzo de 2015

Campeones de transparencia XVIII


Mi opinión XVIII
(Campeones en transparencia)

Por fin los mexicanos somos «campeones» en algo, y de quien menos esperábamos tal logro. Sí, conciudadanos, de nuestro gobierno. Según la vicepresidenta del gobierno de la Generalita de la Cataluña, España, Joana Ortega i Alemany, México es campeón en materia de transparencia y acceso a la información, y se le considera como referencia por la valiosa experiencia que ha acumulado a la fecha.
            Me duele reconocerlo, pero me parece que he estado equivocado la mayor parte de mi vida adulta, y he estado criticando a nuestros gobernantes, que en realidad son un ejemplo internacional de conducta intachable por su transparencia. En qué estaría pensando cuando creí que había conflicto de intereses, al salir a la luz pública la frustrada compra de la casa blanca de la primera dama Angélica Rivera, y dudé de la clara explicación sobre de dónde habían salido los siete millones de dólares y creí que había un posible delito de enriquecimiento ilícito por parte de nuestro presidente galán. Debo agregar lo mal pensado que soy, al relacionar el despido de mvs de los reporteros Daniel Lizarraga e Irving Huerta, integrantes del equipo de Carmen Aristegui, y el subsecuente despido de la reportera, con la coincidencia de que ellos fueron quienes expusieron la noticia de la casa blanca presidencial.
             Cómo no sentirme mal por no creer el esclarecimiento tan completo de la pgr sobre los trágicos hechos de Ayotzinapa, o por dudar de la declaración de gastos de senadores, diputados y legisladores, por pensar mal de los viajes a todo lujo de sus júnior por todo el mundo.
            Sin duda me avergüenzo de que una vicepresidenta de un lejano gobierno venga a México y me muestre lo equivocado que estaba, sin duda ella está muy bien enterada de lo que sucede en nuestro país, y que se confirma con la respuesta de la comisionada presidenta del ifai, Ximena Puente de la Mora, donde le informa que México se prepara en el Senado de la República para aprobar el dictamen de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Lo que permitirá estándares mínimos de transparencia y establecerá las normas a seguir del poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, organismos autónomos, partidos políticos, sindicatos y fondos públicos, entre otros. Exceptuando por supuesto algunos funcionarios públicos como el presidente, la seguridad nacional, estabilidad económica, así como el trato de fideicomisos y fondos públicos. Una buena laguna para oscurecer la transparencia.
            Desde mañana trataré de ser tan optimista como la señora Joana Ortega i Alemany y empezaré por traducir mi nombre al catalán. José Pedro Sergei Valdez i Barony

domingo, 8 de marzo de 2015

Lomas del pedregal XVII

En mi opinión XVII
(Lomas del pedregal)

No, no piensen que voy a escribir sobre la exclusiva zona residencial al sur de la ciudad de México, sino de las Lomas del pedregal en Iztapalapa asentada en lo alto de la sierra de Santa Catarina en una pendiente de tierra y piedras.
            En ese lugar de unas doscientas cincuenta «casas» de cartón y láminas, donde sobreviven familias enteras con un ingreso inferior a los $ 70.00 pesos diarios, no tienen ni siquiera los servicios básicos a los que se supone que tenemos derecho todos los ciudadanos mexicanos. Para tener luz se ven obligados a robarla colgándose del cableado que cruza el barrio, y en lugar de drenaje cavan fosas sépticas con el riesgo latente de sufrir enfermedades infecciosas. En cuanto a seguridad pública sólo se presenta una patrulla los sábados, siempre y cuando les den una mordida de mil doscientos cincuenta pesos que con mucho sacrificio juntan los habitantes del lugar.
            Y como ellos hay casi trescientos mil habitantes en la capital y veinticinco millones en la República que carecen de los servicios básicos también, según el Concejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
            Yo soy pobre, pero al ver mexicanos que viven en esas condiciones le doy gracias a Dios por lo poco que tengo, y me hierve la sangre cuando me entero de las traiciones a la patria que cometen nuestros gobernantes y funcionarios, cuando se enriquecen a costillas del pueblo y todavía hacen ostentación de ello. Y por supuesto no dejo de preguntarme cómo es posible que haya tal pobreza en un país donde tenemos desde el alcaldillo que despilfarra millones hasta el segundo hombre más rico del mundo, pasando por el presidente con la capacidad de comprase una casita muy blanca.
            No cabe duda que en este mundo no hay justicia y menos en México.


jueves, 5 de marzo de 2015

Alcalde de San Blas


En mi opinión XVI
(Alcalde de San Blas)

Estoy renuente a leer las noticias, porque invariablemente sale una de algún gobernante que agrede nuestra dignidad ciudadana. Para mi desgracia no puedo dejar de indignarme, y la única manera que encuentro para desahogar mi frustración es escribiendo estas líneas.
            En el diario «El Sol de Nayarit» se publicó los recientes desmanes del alcaldito del Puerto de San Blas, Nayarit. De acuerdo al diario, el señor alcalde se gastó en la celebración de su aniversario nada menos que la cantidad de 15 millones de pesos, más del presupuesto de un año del ayuntamiento destinado a la dirección de seguridad pública, tránsito, vialidad y protección civil.
            Es el mismo alcalde que no hace mucho confesó que había robado un «poquito» del erario público del ayuntamiento de San Blas, y con la frase de que «Una vez al año no hace daño» Hilario Ramírez Villanueva despilfarró en la celebración de su cumpleaños cincuenta mil cervezas, cincuenta cabezas de ganado para la birria y para amenizar a la concurrencia contrató la «Banda del Recodo» que hicieron las delicias de los treinta y cinco mil invitados, entre los que había, como lo dijo el mimo Hilario, millonarios, ricos y jodidos.
            El alcalde narcisista explica que todo fue regalado por amigos y admiradores, aunque no pudo echarles también la culpa del abuso, comportamiento vulgar y falta de la más minima educación al levantarle la falda a una mujer frente a todos los asistentes a la indignante pachanga. El grotesco personaje se anticipó a las críticas argumentando que éstas vendrán de gente celosa — ¿habrá querido decir envidiosa, el ignorante Alcalde? Y que él se «parte la madre» empezando a trabajar todos los días desde las cuatro de la mañana para tener todo lo que tiene. Este remedo de hombre ha de pensar que los sesenta millones de mexicanos que vivimos en la pobreza nos pasamos la vida rascándonos la barriga, y aparentemente ya olvidó que se le chispoteó lo de «robarse poquito».
            ¿Pero en qué pensaba la gente de San Blas cuando eligió a este ególatra? ¿Acaso se conforman con que les roben poquito y la pachanga una vez al año?
            Estoy creyendo que en algún momento crucé alguna extraña dimensión, y ahora me encuentro en el México de un mundo al revés, donde todo es al contrario como debía de ser.
José Pedro Sergio Valdés Barón




domingo, 1 de marzo de 2015

Narcotráfico




En mi opinión XV
(Narcotráfico)

Aunque parezca increíble me puse a pensar al conocer la captura del capo «La Tuta», y me pregunté si no estaría equivocado en juzgar a nuestro gobierno corrupto y liado con el narcotráfico. Tal vez estaba errado en creer que la captura de un capo importante sólo servía para aparentar que el gobierno sí estaba cumpliendo con sus obligaciones, y no eran únicamente patrañas para congraciarse con los gringos y sacarles más dinero en el combate contra el narcotráfico, o sólo era el sacrificio de un chivo expiatorio para desviar la opinión pública en momentos adecuados de la política mexicana.
            Después de un momento solté la risa y me hice otra pregunta ¿Bueno, qué pasa realmente con la captura de un narco tan importante como «La Tuta»? y después de pensarlo mucho me respondí: «Nada». Exceptuando que hubiera más violencia por la lucha entre los líderes del cártel para hacerse del poder dentro de su organización, lo cual creo que lo tienen resuelto con anterioridad, me repetí «NADA».
            No bien habían cerrado la puerta de la celda de Servando Gómez «La Tuta», cuando Nazario Moreno ya era un fuerte candidato para sustituirlo, sino es que ya es el nuevo capo del cártel de Los Caballeros Templarios. Todo continúa igual, la producción, el trasiego de drogas, y la distribución y consumo continuarán como si nada.
            Entonces me volví hacer otra pregunta ¿Cómo acabar con el flagelo del narcotráfico en nuestra sociedad? En ese momento recordé algo que escribí hace muchos años y que no era nada nuevo; varias gentes también hablaban sobre el tema, pero como siempre era zumbido de mosca para los oídos de la gente. Pero si no es posible encerrar a todos los narcos y cómplices al mismo tiempo, o hacer que los Estados Unidos dejen de consumir las drogas —por cierto, usa no es el mayor mercado del mundo por su numerosa población o por su poder económico, sino por su gran cantidad de consumidores; algo debe andar mal en esa sociedad—, entonces es factible una solución sencilla y eficaz como la que a continuación transcribo, tal y como la escribí hace algunos años como ya mencioné.

 Una rápida solución
Si la idea de una conciliación y convenio entre los cárteles del narcotráfico para acabar con la violencia en el país no es posible, les tengo otra propuesta. No es muy original y creo que hasta un partido político ya la ha mencionado, pero desde hace tiempo la he apoyado sin condición.
Con esta propuesta de un día para otro se acabaría prácticamente con la violencia en las calles, los cárteles no tendrían que competir con las armas asesinando a sus adversarios, se acabaría con la mayor parte de la corrupción, el crimen disminuiría de manera significativa, y la paz, tranquilidad y seguridad volverían a reinar en nuestras vidas devolviéndonos la libertad.
¿Cuál es esa propuesta? ¿Qué es lo que debemos hacer? es muy sencillo. Todo lo que se debe hacer es: LEGALIZAR LA DROGA. ¡NO!… no pongan esa cara de sorpresa. ¡Que sería aberrante! ¡Que todos nos volveríamos drogadictos! ¡Que nuestra civilización sería un caos! ¡Qué la iglesia lo prohibiría! Por supuesto que NO y a continuación se los demostraré. Durante la prohibición del licor en usa se pensaba que volverlo a legalizar tendría los mismos problemas que ahora pretextamos, y sin embargo nada de eso sucedió cuando se legalizó, pero además:
¿Sabías que hace tiempo nuestros tatarabuelos usaban las drogas como medicamentos y eran completamente legales? Aquí está la prueba:





Entonces ¿Qué fue lo que pasó?
Pues tan sólo que a algún demonio visionario —posiblemente judío gringo— se le ocurrió el gran negocio del siglo, y logró que se prohibieran los medicamentos con droga iniciando el tráfico y distribución de los mismos; dando nacimiento a las organizaciones criminales del tráfico de drogas, a las autoridades y políticos corruptos, esparciendo por todo el mundo el malvado concepto del vicio y la drogadicción. Lo cual ha provocado, asegurado e incrementado el malsano consumo entre los individuos con tendencias autodestructivas.
Por desgracia, las personas que tienen el poder y la autoridad para legalizar la droga son parte del problema. Son políticos y funcionarios corruptos que están profundamente infiltrados en los gobiernos, a quienes afectaría de manera considerable los grandes ingresos que obtienen del tráfico de drogas y el crimen organizado.
No digo que sea una empresa sin problemas o fácil, y seguramente requeriría de un gran esfuerzo para cambiar los paradigmas arraigados en nuestra sociedad, pero con certeza creo que es la más viable solución para acabar con la lacra producida por el tráfico de substancias prohibidas. 
Pero como nosotros los ciudadanos, por conformismo, desidia y apatía no podemos unirnos y organizarnos para exigir a nuestros gobiernos todo a lo que tenemos derecho, no nos resta más que aceptar nuestro trágico presente y esperar a que Dios nos conceda un grandísimo milagro.


  José Pedro Sergio Valdés Barón

miércoles, 25 de febrero de 2015

No entienden



En mi opinión XIV
(No entienden)

Nuestro gobierno no entiende que no es lo mismo manipular y engañar a los ciudadanos mexicanos, que hacerlo con la opinión pública en el extranjero, y muy molestos nuestros diplomáticos, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, exigieron una disculpa al Papa Francisco, por haber recomendado a su país evitar «mexicanizarse» con la situación del narcotráfico en Argentina.
            Me parece evidente que el problema no es cómo se expresen de México en el extranjero, sino es lo que realmente se piensa que está sucediendo en nuestro país. Si el concepto de «mexicanizarse» fuera falso o al menos exagerado, el gobierno de México tendría justificada razón para reclamar a quien lo dijera, pero como es una realidad innegable mejor deberían cerrar el pico en lugar de hacerse los ofendidos.
            Los políticos y funcionarios mexicanos creen que con sus mentiras y manipulaciones de los hechos también pueden engañar la opinión pública en otros países, pero por fortuna no es así, y de alguna manera se sabe nuestra realidad, como lo expresó Gonzales Iñárritu al decir que la vida en México es «Insostenible». Es cierto que algunos medios en México exponen a la luz pública las corrupciones y abusos de nuestros gobernantes; sin embargo es una desgracia que caigan en los oídos sordos de los ciudadanos. Unos por vivir en la pobreza estamos obligados a aceptar las migajas que nos dejan las cúpulas de poder, debido a que después de la lucha por la vida día a día no nos quedan fuerzas para exigir algo más. Otros por apatía y conformismo aceptamos cierta comodidad, a cambio de permitir mancillar nuestra dignidad como seres humanos, y nos conformamos con apenas  despotricar en pláticas de café.
            De esa triste manera continuamos sobreviviendo, y nos mantenemos esperando optimistas que en el próximo sexenio mejoren nuestras condiciones de vida y en México surjan la libertad, igualdad y la justicia, fundamentos de nuestra democracia por la que lucharon nuestros héroes patrios dando hasta la vida, y que ahora se han de estar revolcando en sus tumbas. Bien por nosotros, y estamos listos para votar en los próximos comicios por candidatos que han sido involucrados en delitos de peculado o están siendo investigados; en tanto que para el 2018 ya tenemos la amenaza de amlo —De que es necio es necio—, y esperemos que el pri, Televisa y Azteca creen ahora una hermosa presidenta y la casen con algún galán de moda.
           

José Pedro Sergio Valdés Barón