En
mi opinión I
(Ayotzinapa)
A poco más de tres meses de la desaparición de los 43
estudiantes normalistas, el gobierno de Peña Nieto se ha hecho “pato”, y
supuestamente han sido detenidos integrantes de la agrupación criminal
Guerreros Unidos y algunos elementos de la policía municipal, a quienes se les
acusa de perpetrar el plagio y la posterior ejecución de los estudiantes. También
se señalan como culpables intelectuales de la barbarie al exalcalde de Iguala
José Luis Abarca y su esposa Ma. De los Ángeles Pineda Villa.
No
sé si tengo algo mal en la cabeza, pero no puedo aceptar que haya salido a la
luz pública toda la verdad, y sobre todo
que se haya hecho justicia. Para empezar sólo se ha identificado una víctima y
las restantes 42 siguen desaparecidas después de noventa y tantos días; se
especula que después de haber sido “levantadas” por elementos policiacos, fueron entregadas a la agrupación criminal
Guerreros Unidos para ser ejecutadas y después esparcidos sus restos por
órdenes de los Abarca-Pineda. Su identificación está supeditada a los
resultados de adn de las muestras
enviadas a Europa. Después tengo entendido que Abarca será juzgado por otros
asesinatos y Pineda Villa por sus nexos con la delincuencia organizada, en
lugar de procesarlos por al asesinato de los 43 estudiantes. Supongo que están
esperando que sea oficial la muerte de los estudiantes, los cuales sus
familiares esperan que todavía estén vivos y continúan con la exigencia de que
los regresen sanos y a salvo.
Yo
he sido bendecido con cinco hijos y diez nietos, y solo pensar que le hicieran
daño a uno de ellos se me encoge el corazón y se me enchina el cuerpo, pero a
pesar de ello no puedo imaginarme lo que están sufriendo los padres de estos
estudiantes, sin duda están padeciendo un infierno, aunque no pierden las
esperanzas. Por desgracia, no obstante toda el ámpula que ocasionó la tragedia en
la sociedad mexicana y hasta en medios internacionales no han aparecido a la
fecha. Con pena creo que si estuvieran vivos en alguna parte ya los hubieran
puesto en libertad, o al menos algunos sobrevivientes.
Estoy
convencido que a excepción de los padres, quienes deben mantener la esperanza
de un milagro, todo el esfuerzo y presión de la sociedad y los medios debe
concentrarse en que salga a la luz pública la verdad y se castigue a los
culpables con todo el rigor de la ley, antes que la red de corrupción y las
componendas del tráfico de influencias manipulen las evidencias y terminen por
enjuiciar a chivos expiatorios, y los principales culpables queden en libertad cuando
pase un buen tiempo y se calmen las cosas, argumentando algún mañoso tecnicismo
fraguado por los deficientes ministerios públicos.
Me
parece ocioso hacer comparaciones, pero a veces es necesario para ubicarnos en
nuestra realidad. Recientemente en Francia unos terroristas masacraron a 12
personas en la revista “Charlie Hebdo” y 6 más en un supermercado. Aproximadamente a los tres días se había
entregado un terrorista y tenían acorralados a otros dos, quienes sabiendo la
imposibilidad de sobornar a las autoridades francesas prefirieron resistir
hasta el final, siendo abatidos sin misericordia por las fuerzas especiales de
la policía que no se anduvieron por las ramas; al otro cobarde asesino lo
mataron poco después.
En
Francia fueron terroristas radicales del Islam los que perpetraron las
masacres, mientras que en México fueron las mismas autoridades las involucradas
en la desaparición de los 43 estudiantes.
El
pueblo francés sin distinción de clases o religiones se unió para protestar
contra el terrorismo mundial, apoyado por los gobiernos de la mayoría de las naciones.
En México la desaparición de los estudiantes y la cloaca que se evidenció en el
gobierno de Iguala han abandonado las primeras páginas de los medios y poco a
poco el interés de la gente se está adormeciendo. El gobierno francés de
inmediato ha tomando medidas para evitar otro atentado terrorista, y en México,
bueno…Debemos de esperar con paciencia la reforma de nuestro presidente galán.
José Pedro Sergio Valdés Barón