lunes, 23 de febrero de 2015

¿Qué nos pasa?

En mi opinión XIII
(¿Qué nos pasa?)

En verdad no puedo comprender a plenitud qué nos pasa a los mexicanos; sé que somos un pueblo inculto en el que promediamos la lectura de sólo tres libros por año, en comparación de los países desarrollados que promedian unos cincuenta o más en el mismo lapso. La pobreza nos ahoga en más del 60% de la población1, la que se ve obligada a enfocarse sólo en la sobrevivencia diaria. La educación en México está catalogada como una de las peores del mundo, a nivel de la India, algunos países africanos y centroamericanos. A lo que el gobierno contribuye manteniendo el control de la enseñanza, porque le es más fácil gobernar un pueblo ignorante que uno culto.
            Me duele reconocerlo, pero la apatía nos domina y no nos importa realmente la política ni lo que hacen nuestros gobernantes, a menos que nos afecte directamente como es el caso de los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa. La mayoría de ciudadanos nos indignamos en su momento y nos unimos al dolor de los padres afectados, pero al paso de los días fuimos olvidando la tragedia y pronto pasará a la historia como uno de los momentos más tristes del país. A eso apuesta el gobierno ahora y lo ha hecho durante más de setenta años sin importar el partido que nos gobierne; la capacidad del mexicano para olvidar las afrentas de los gobernantes se está haciendo un icono.
             Una vez más tenemos un presidente que parece un muñeco de ventrílocuo repitiendo lo que le dicen, que sólo le interesa enriquecerse, su imagen y bienestar. Una clase política corrupta apoyada por la creciente impunidad e involucrada con el crimen organizado, lo que genera una violencia e inseguridad en las calles como nunca antes habíamos visto. Hemos regresado a los crecimientos económicos más bajos de hace dos décadas, el índice de inflación se está elevando hasta las nubes y el creciente desempleo está abonando la fértil tierra del delito. Todo ello características indiscutibles de la época dorada del pri.
            No, no estoy describiendo una película de terror, el hecho de que cerremos lo ojos de manera optimista para esconder la realidad, no quiere decir que no sea la verdad, y basta con que vengan unos cuantos representantes europeos para señalarnos las injusticias e inequidades que estamos sufriendo los mexicanos. En general es una opinión que se comparte de la visión que se tiene de México en el extranjero.
            ¿Qué nos pasa? Donde está la clase culta mexicana, los eruditos con la ideología de una sociedad libre, con justicia e igualdad; en dónde están nuestros pantalones para reclamar nuestros derechos y no permitir que nos engañen y exploten.
            Debo de constatar que no soy partidario de la violencia, siempre he creído que la razón y la justicia deben prevalecer para la solución de cualquier problema, pero tampoco creo que un hombre sea borrego de sus miedos, y siempre existen medios pacíficos para defender las causas nobles.
            Unirse para exigir un gobierno honesto y justo, manifestarse para presionar y demandar el cumplimiento de sus funciones y obligaciones es un derecho innegable y constitucional de los ciudadanos mexicanos.

José Pedro Sergio Valdés Barón


1El Financiero. Fuente: AMAI


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